Taller de fotografía documental con Antoine D'Agata.
Hay una cosa rara con el mes de setiembre… siempre me cambia la vida… la primera vez fue cuando nací (vaya que me cambió la vida!) En el 2007 regresé de un taller de fotografía documental con David Alan Havey, completamente decidida a renunciar al periódico y buscar mi camino. Y el año pasado me confirmaron una beca por dos meses a la India…
El culpable del cambio en setiembre 2009 se llama Antoine D’Agata.
Son demasiadas las lecciones aprendidas los primeros 9 días del mes 9 de este 2009.
La primera que quiero compartir con ustedes es: no hay que juzgar sin conocer. ¿Porqué digo esto? bueno, porque cuando hagan clic aquí y vayan a ver el trabajo de Antoine, probablemente se sientan un poco escandalizados. Yo me sentí así, y me hizo dudar mucho si aplicaba o no al taller.
Sin embargo, quiero que pongan especial atención a la cita que acompaña su portafolio: “It’s not how a photographer looks at the world that is important. It’s their intimate relationship with it.” Tal vez la relación que vive Antoine con su fotografía y su mundo es demasiado íntima para el gusto de muchos, pero espero que después de lo que les voy a contar, les parezca tan respetable y admirable como me parece a mi, o quizás hasta más.
En mi libreta de apuntes, la primera frase que copié durante el taller fue “Responsabilizarse de la posición como fotógrafa” y la última fue “No estoy de acuerdo con mirar, entender y explicar sin comprometerse”, y creo que eso resume la segunda enseñanza que quiero compartir.
Como fotógraf@s estamos tan acostumbrad@s a ser espectadores que registran, que informan y que no tienen ninguna obligación con lo registrado, ni con el informado. Pero, como me recordó mi amigo Rojo durante el taller, desde el momento que levanto la cámara y encuadro, altero la realidad, y de eso debo ser responsable.
“Hay que equilibrar la experiencia con la mirada,” dijo Antoine mientras daba una charla a decenas de estudiantes de la Veritas. Yo pienso que ahí está el secreto. No podemos seguir con una posición distante y desapegada. Lo que vemos, lo que fotografiamos y lo que mostramos debe significar algo para nosotros para que pueda significar algo para los demás.
La tercera lección la aprendí durante la revisión de portafolios.
Yo no sé ustedes, pero yo muy a menudo me dejo llevar por el “mae que foto más tuanis”. Y sí, una foto que atrae porque es “bella” es una foto fuerte, pero tal vez la fuerza no está dirigida hacia la intensión con que fue tomada. Aprendí entonces que no puedo seguir pretendiendo que simplemente porque la fotografía ha logrado un clímax de técnica y composición, ya es la foto perfecta.
Este es uno de esos ejemplos en que aplica el famoso dicho “el fin justifica los medios”, y aveces olvidamos tomarnos el tiempo para elegir los medios correctos que nos ayuden a alcanzar los objetivos. Claro, la buena luz, la elección de elementos, la buena composición, etc etc, no puede dejarse de lado, pero siempre y cuando se apliquen para esa situación particular. “No puede ser sólo poesía por poesía,” dijo Antoine.
Y la última lección de vida tiene que ver con geografía. Sí, con geografía… Bueno, fue más bien una llamada de atención geográfica.
Antoine nos señaló que por ser de aquí (Latinoamérica, Centroamérica, Costa Rica) debemos de aprovechar que comprendemos, vivimos, somos parte de esta realidad, para mostrar más… “Llévame a un lugar donde nunca fui,” dijo. No podemos centrarnos en la luz, la historia, el color y todo lo que otros ya han fotografiado (otros que en su mayoría no son de aquí), debemos lograr que con las imágenes que la gente pueda comprender, vivir y sentirse parte de aquello a lo que pertenecemos.
Y esto me lleva a mi trabajo en el taller.
Mujeres pobres.
“Mujeres pobres hay muchas, es algo que ya se ha visto, que ya se conoce,” escribí en mi libreta. Y es la verdad, yo debía mostrar más allá, no podía concentrarme en cómo se ve una mujer pobre, sino en lo que se siente ser una mujer pobre, porque eso es lo que, el que no es pobre, no entiende.
Fueron 9 días muy intensos (¿ya mencioné esto?) en los que no sólo me enfrenté a la realidad de esas mujeres sino a el hecho ineludible de que yo, y muchas de las mujeres de mi vida, nos parecemos a ellas, sin ser pobres.
Quiero públicamente agradecer a Antoine, Adrián, Alex, Daniela, Jan, Javier, Jeffrey, Jose, Gabriela, Marvin, Nestor, Priscilla y por supuesto Pedro (que hizo trabajo adicional) por regalarme tanto durante el taller. Aprendí muchísimo de todos, de sus procesos, de sus comentarios (sobre mi trabajo y el de los demás), sobre sus historias. Los he extrañado y lo seguiré haciendo.
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ENGLISH VERSION COMING SOON!
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Adrian
Buenisimo aporte Monica, sin duda el mejopr taller que he llevado…lograr entrar en la mente de cada uno y sacar algo con coherencia y estilo es una de las cosas que Antoine marco la diferencia, ser capaz de escuchar y entender es mucho mejor que hablar…
A mi lo que me dejo pensando mas fue en el hecho de hacer fotos vividas, mas que fotos capturadas o registradas como mencionas en el txt…
Buenisimo Monica ahi para la despedida de Antoine nos veremos
Saludos!
mqcphoto
Gracias Adrian! en definitiva la capacidad que tiene Antoine para escuchar y entender es impresionante, un don!
Nos vemos el miércoles!
Brano
Mo,
English version coming soon means? 😉
b.
mqcphoto
My dear friend! It’s up! I promise to write tomorrow…. 😉 Mó.
Brano
Thank you Mo, the photos are fantastic. They again tell stories! I like it!
b.
Rocío
Estimada…
es un correlato lindísimo el que narras. Y digo correlato porque tuve la oportunidad hace unos cuantos meses de vivir una experiencia similar en Chile, donde Antoine nos dictó un taller de creación.
Leyéndote, pude recordar la energía que me embargó esos días: una mezcla entre intimidad, cariño, adrenalina y pertenencia.
Un abrazo a la distancia